martes, 15 de julio de 2014

Saber Perder

Un lindo mes cargado de emociones, tuvimos de todo, no hay lugar para la queja. Brasil no nos defraudó en lo más mínimo, anduvimos con los sentimientos futboleros a flor de piel. Fue "casi" un mes soñado.

El Gran Campeón

El equipo fue una grata revelación, y no hablo de la estética del juego, ni de mi gusto futbolístico (en su momento expuse mis ideas y objeciones). Hablo de los hombres que se pusieron la camiseta (o la pechera) y cómo la defendieron en cada partido.

Festejo eterno

Debo aclarar que no creo que lo que pasó en el Mundial haya sido fruto de un proceso lógico. El fútbol tiene estas cosas, te pasa por arriba apenas empieza a rodar la pelotita. Hubo muchos aciertos durante el Mundial, hay méritos en eso, jugadores con un nivel muy bueno que el técnico acertó en colocar, pero me pareció más fruto de la improvisación que otra cosa.

El equipo se adaptó a lo que pidió el técnico, defendió muy bien y atacó muy mal. Quedó en las puertas de la gloria. Un equipo que apostó al cero en su arco y lo hizo de manera efectiva.

Una Caricia


Hay formas y formas de perder, una es mirar el suelo, agarrar tus cosas y volverte por donde viniste, ésa, es la que más me gusta. Ser consciente de que lo que faltó, fue impericia propia o virtud ajena, nada de excusas. Saber que el dolor que te atraviesa es exclusiva responsabilidad de quien lo padece, hay que ser muy virtuoso para aceptarlo.

La victoria estuvo al alcance de la mano, las declaraciones post partido de Mascherano y Messi fueron para enmarcar. "Los de arriba no lo supimos definir" dijo Leo, y "Un dolor que nos durará toda la vida. Esta era nuestra oportunidad" dijo Javier. Nada de excusas, nada de nada. Ellos saben, orgullosos, mejor que nadie, que si la copa no vino es porque algo nos faltó.

Saber perder


Este equipo está muy por encima de la media que vivimos habitualmente, y con esto me refiero al periodismo y a los dirigentes. Muy pocos estuvieron a la altura. Reventa de entradas (una entre miles) y sucesión de excusas baratas inundaron los programas.

Messi aceptó tener un rol secundario en la estructura del equipo, guapeó cada vez que tuvo la pelota, sus apariciones, esporádicas, es cierto, fueron tan decisivas como esperaba. Claro. No es Campeón del Mundo. Habrá gente que se podrá despachar a gusto sobre su persona, ya lo han hecho antes.

Así atacamos


Me gustó la forma de perder del equipo, le doy demasiada importancia a estos detalles. No hubo reclamos sobre el árbitro, no hubo patadas arteras, no hubo declaraciones exuberantes, todo fue dolor, pero para adentro, como corresponde.

En mi caso tuve la posibilidad de poder acompañar la fiesta con juntadas con amigos y familia, sólo la sensación del domingo en la mañana y al mediodía paga haber llegado a una nueva final. Momentos que nunca nadie olvidará, para bien o para mal, pero que marcan y dejan una linda huella. A todos nos hubiera gustado estar en Brasil en algún momento, tuvimos la virtud de saber organizarnos y volvimos a compartir, ahora con familia incluida, como cuando éramos unos pibitos sentados en un sillón gritando por Cani, el Diego y el Goyco, imágenes que sólo perduran en nuestra memoria. De ahora sí tenemos fotos, y muy lindas. Todas teñidas de celeste y blanco.

Postal que se repitió en miles de hogares

No quería hablar estrictamente de fútbol, la ocasión fue increíblemente más poderosa que lo que un partido de fútbol puede generar.

El tiempo pondrá las cosas en su lugar, cada vez que veamos una imagen o nos nombren a Brasil 2.014, cada uno sentirá distinto. Espero que el sentimiento de orgullo perdure en mi cabeza. Aunque nos haya faltado fútbol, nos sobró dignidad. No es poco.

@el3delaU





Más Messis y Menos Maradonas

Más Messis y menos Maradonas         - texto de un amigo -


Arranco esta catarsis post mundialista aclarando que amé, amo y amaré a ese ser inigualable que es Diego Armando Maradona, me hizo vivir a mí y a toda una generación las más variadas sensaciones, desde la gloria del mundial 86 pasando por el milagro del mundial 90 y la tremenda tristeza del mundial 94. Luego de eso dejo su lugar de superhéroe para transformarse en un ser humano, con sus defectos y virtudes, siempre por supuesto multiplicadas hasta el infinito por la fama alcanzada por sus tarde de gloria, pero claro, el paso del tiempo hace más evidente, que aunque no parecía, al fin y al cabo es un hombre de carne y hueso.

Por ser alguien nacido en 1975 viví la plenitud de Maradona durante mi niñez y adolescencia, etapa ideal para adorar a semejante personaje, para lograr creer en ese momento que estábamos ante alguien sobrenatural e incluso para que dichas sensaciones perduren casi intactas hasta hoy.

Casi 30 años después de aquellas gestas Maradonianas y viéndolo a Messi disfrutar como un chico la clasificación contra Holanda, aun cuando él no había hecho un gran partido ese día, entendí lo importante que es tener un ídolo que sabe con claridad que nadie se salva solo, que los resultados a la larga los consiguen los equipos y los proyectos. Si él se destaca cuanto mejor, pero si hay que ponerse al servicio del equipo y sacrificar lucimiento personal lo hace sin dudar y jamás saldrá por los medios a poner excusas. A pesar de que el equipo, obligado seguramente por las circunstancias, a medida que pasó el tiempo lo dejo casi solo en la tarea de generar juego ofensivo,  jamás lo oiremos quejarse, siempre hablara en función de lo que logró o dejó de lograr su equipo.

Maradona es fruto de la pobreza, de un país que lo dejo solo y que contó únicamente con su extraordinario talento para salir adelante, logró casi personalmente hacer grande a un equipo pobre del sur de Italia y por supuesto escribir una página de gloria en el futbol argentino. Ahora si nos despojamos de aquellas sensaciones y analizamos un poco más fríamente a aquella generación del 86, podemos observar que aquello nos dejó un legado terrible, nos hicieron creer que lo único que importa es el resultado, que los proyectos solo son válidos cuando se gana, que al adversario hay que pisarlo y desearle lo peor y por supuesto nunca reconocerán que necesitaron de un super-heroe y varias cuotas de suerte para conseguir aquellos resultados. Por supuesto,  jamás se harán cargo de los 24 años de frustraciones posteriores.

Siempre amaré a Diego, lo llevaré en mi corazón como aquel guerrero que nos llevó a ganar batallas imposibles, que solo, con un arco y una flecha, nos llevó a superar a los ejércitos más potentes del mundo. Pero para el presente y el futuro deseo que sigamos el camino de Messi, el camino de la comprensión de que sin el otro, no somos nada, que el individualismo nos salvara un día pero nos destruirá por el resto de los tiempos.


Le agradezco a la vida haber tenido la posibilidad de ver a estos genios tan disimiles y que encima sean ARGENTINOS,  pero me quiero permitir hoy a los casi 40 años decir que si somos capaces de generar  más Messis y menos Maradonas querrá decir que estamos en el camino correcto. Me duele pero es lo que siento.

@sebastianbeigel

viernes, 11 de julio de 2014

Perder la Pulseada

Previa de la Final


No me gusta escribir con el diario del lunes. Tengo algunas objeciones al planteo del técnico.

Si en 120 minutos no te crean (casi) ni una ocasión de gol, no hay mucho para reprochar, la eterna búsqueda de la solidez defensiva finalmente se ha logrado.

No logro simpatizar con el equipo, no le saco méritos, ni Bélgica, ni Holanda pudieron contra el cerrojo del team de Pachorra. Fenómeno. Estamos ante una nueva final. No es poco. Realmente no lo es. Pero en la boca me queda ese sinsabor de saber que se podría haber intentado otra cosa. Algo más osado. No me hubiera gustado irme sabiendo que sólo hicimos una gran tarea defensiva.

Leo Messi es la principal víctima en este nuevo esquema. Arranca lejos y demasiado aislado. Deambula con varios rivales que le hacen sombra por cualquier sitio del campo, es mucho para mi gusto, el enano podría hacer igualmente, alguna genialidad, es capaz de ello. Pero lejos estamos de propiciarle el ámbito para que ésto pase.

Que ambos se iluminen


El 4-3-3 derivó en un 4-4-1-1, Lavezzi marca el sector izquierdo, Masche y Biglia refuerzan el medio y Enzo se las arregla por derecha. Claro como el agua.

Si Di María estuviera en condiciones, que haríamos? ahí voy con mi lírica a cuestas.

Masche de cinco, Enzo de ocho y Di María por izquierda, Messi de engache y el Pocho arriba con el Pipita. Ése sería mi equipo, siempre priorizaría potenciar a Messi, aun desprotegiendo el medio, correría ese riesgo.

Sabella ha tenido mucho aciertos en lo que va del Mundial, Romero, Rojo, Demichelis, Garay y algún otro, todos del medio hacia atrás, parece que sus rezos se hubieran escuchado.

Luego de una gran primera ronda de Leo, aparecieron los ausentes, Di María e Higuaín dieron el presente que tanto necesitábamos. El equipo ha perdido peso ofensivo pero ha ganado solidez defensiva, hay que reconocer las cuestiones.

Mascherano me ha sorprendido gratamente, un tipo que se ha consolidado como líder de una manera tan natural como necesaria, el tipo ha hecho todo lo que estuvo a su alcance para y por el equipo, y eso contagia a cualquiera. Bienvenido el Jefecito.

Nos espera "él" partido, enfrente un rival hermoso, un equipazo, nada por perder de nuestra parte. Un equipo que te puede pisotear sin contemplaciones, parte lo sufrió en Sudáfrica, y Brasil lo sufrió ahora. Alemania ha tenido problemas con los equipos que le jugaron abierto, Ghana y Argelia le complicaron la vida, salvo Brasil, es verdad, que se comió la peor derrota de su historia.

Ojalá ganemos, ojalá juguemos bien al fútbol, me gustaría que se dieran ambas cosas. No logro disfrutar demasiado de un equipo pragmático y efectivo. Me gusta más la ambición de ir a buscar lo que creemos que nos pertenece.

Fiesta albiceleste


Hay equipo para ganar y hay equipo para plantearlo de diferentes maneras. El técnico se ha ganado el derech a mantener su "nuevo" sistema, los resultados y el funcionamiento defensivo lo avalan. He perdido la pulseada largamente. Pachorra ha encontrado el equilibrio tan anhelado y no creo que cambie a esta altura. Se ganará o perderá como el dt proponga, y ahí estaremos para apoyarlo, no confundamos las cosas.

No aguanto la ansiedad de que se juegue el partido. Quiero medir ya el equipo contra estos "cucos".

@el3delaU





jueves, 3 de julio de 2014

Mentir con Precisión

Suiza tiene su fama bien ganada, la búsqueda de la perfección excede el ámbito relojero. El mundo tenístico padece la perfección llevada al deporte por esta gente. Los tipos se empiezan a aventurar más allá de su ámbito y casi lo pagamos nosotros.

En honor al rival vamos a tratar de ser lo más preciso posible. Sólo a modo de homenaje, no crean todo lo que leen.


Los comemos crudos


El Reloj marcaba 117:44 (?) y Rodrigo Palacio hizo su aporte más impensado, robó una pelota en la mitad de la cancha, fue todo lo que hizo falta para que todo un castillo se derrumbara. El pase del Pac Man fue a los pies de Leo, el cronómetro marcaba 117:47 (los dejo a su criterio), es un buen momento habrá pensado el Diez, encaró con decisión, la misma que pone cada vez que tiene un resquicio para hacer valer su endiablado talento. Fueron saliendo de a uno, carrera vertical hacia el arco contrario, avanzó 22 metros y 40 centímetros (!) hasta que decidió. Los amantes de la perfección habían vuelto a armar una línea de cuatro defensores de frente al enano. Higuaín a su derecha y Di María más aún, completaban la escena.

14 pasos dio el Diez con la bola pegada a la zurda, demoró 3,6 segundos en ese lapso, le pareció suficiente, había que terminar con esto. Eligió el pase al Fideo, que venía a la carrera, como tantas veces.

A los 117:51 Ángel Di María conectó con precisión Suiza (ironías de la vida) el golpe de gracia. Como venía cruzó el remate, de rastrón y sin tanta fuerza (80 km/h). Todos los defensores giraron la cabeza hacia su izquierda, no hubo tiempo de hacer mucho más. La cabeza y el cuerpo tuvieron que seguir girando para ver la bola hundirse en la red definitivamente.

Costó un poquito


El córner recibió al Siete con el corazón dibujado en sus manos, el grito se extendió por unos cuantos minutos (no me animo a poner un número, mi caradurez tiene un límite), el exceso en el festejo derivó en un par de minutos de alargue. Nada serio imaginaba.

Señores, a los 120 se había acabado todo, o casi, a la tensión acumulada tras 117 minutos de atención y nerviosismo se le había sumado un desahogo inexplicable. Un Gol tan oportuno como festejado. Me desinflé preso de tanto calvario. Si total ya se acababa ...

Casi sin fuerzas observé como la marea roja invadía cada centímetro de terreno defensivo, centro, córner, arquero, chilena, Shaquiri, centro, cabezazo, palo, rebote, pierna, afuera, mi ojos no daban crédito. La repetición amplificó el cagazo, bien de cerca se podía observar el insólito gol desperdiciado por estos muchachos. No correspondía viejo, cuánto más íbamos a jugar. Di María no lo pudo liquidar en una contra, y ellos tuvieron una más. Basta viejo, la valentía del rival no dejaba de sorprenderme. Centro, Shaquiri, Garay, defensor al suelo, delantero al suelo, tiro libre.

Todos contra Romero


La Hora referí, se le paró el Reloj a este muchacho, los Suizos, con inusual descaro, miraban para otro lado, el reloj le ha dado mucho de comer, podrían ser más respetuosos. Sigamos. Tiro Libre. La pelota, junto a la última esperanza Suiza, se estrellaron en la barrera.



Siga el baile siga el baile (?)


No hay mal que dure cien años dicen los entendidos, éste duró 124 y moneda (basta de precisiones). Para ser sinceros, la cosa no estuvo tan mal, podría haber terminado peor.

Lejos de mi nada humilde expectativa, no hubo goleada ni nada parecido. Yo creía, iluso de mi parte, que los tipos se iban a conformar con el cambio de camisetas.

Lo peor de todo esto es que el Sábado tenemos otra cita con el destino. Recién me estoy reponiendo del partido de Octavos. Ya habrá tiempo para análisis. Bienvenido el Mundial y sus emociones extremas.



@el3delaU